La Junta de Extremadura ya es propietaria del yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo en el término municipal de Guareña, que permitirá retomar los trabajos arqueológicos de investigación por el Instituto Arqueológico de Mérida, tras su paralización por parte de los antiguos propietarios desde el año 2018.
El consejero de Economía, Ciencia y Agenda Digital, Rafael España; el secretario general de Ciencia, Tecnología, Innovación y Universidad, Jesús Alonso y el alcalde de Guareña, Abel González, han visitado este viernes el conjunto arqueológico.
Rafael España ha explicado que se trata de la primera visita tras la aprobación del decreto de expropiación forzosa emprendida por la Administración autonómica y su posterior ocupación de los terrenos realizada el pasado lunes 24 de enero.
España ha resaltado la importancia del enclave, la magnífica conservación de su arquitectura y la riqueza de los materiales que guardaba. Son sorprendentes los materiales hallados, como cientos de vasijas, objetos de bronce y hierro, pero destacan por su especial interés los objetos de importación griega, como las copas para beber vino, los vasos de vidrio de Macedonia o la escultura de mármol procedente de Atenas, la escultura griega más antigua del occidente mediterráneo.
En la actualidad, los proyectos de investigación que se continuarán en este yacimiento se circunscriben al proyecto del Plan Nacional I+D+i ‘Construyendo Tartesos’ del Ministerio de Ciencia e Innovación y, por otra parte, del Plan Regional I+D+i (PRI) de la Consejería de Economía, Ciencia y Agenda Digital ‘Estudio de la hecatombe de Casas del Turuñuelo’, liderados por los investigadores Sebastián Celestino y Esther Rodríguez, del Instituto Arqueología de Mérida, instituto mixto de investigación CSIC-Junta de Extremadura.
Parte de la excavación arqueológica se ha realizado con fondos de la Diputación Provincial de Badajoz y en el proyecto participan varios centros de investigación nacionales e internacionales, donde destacan, además del Instituto Arqueológico de Mérida, la Universidad de Extremadura a través de la Escuela de Ingenieros Industriales de Badajoz, de Geoinformación y Geomática de Mérida y de la Facultad de Veterinaria de Cáceres.
El consejero ha especificado algunas de las líneas que la Junta de Extremadura quiere llevar a cabo a partir de ahora en los terrenos, como una primera actuación para detener el deterioro sufrido por los muros tras estos años de inactividad arqueológica y una excavación integral de todo el edificio del que restan aproximadamente 6.000 metros cuadrados.
Asimismo, ha hablado de la necesidad de realizar un cerramiento del terreno y renovar la actual cubierta, que se irá extendiendo a medida que avance la excavación, como medidas imprescindibles y urgentes para la propia conservación del yacimiento.